La resiliencia es la capacidad de reaccionar, adaptarse y sobreponerse frente a los cambios y a las adversidades.
Enfrentarse a los obstáculos y situaciones difíciles y dolorosas, para no solo salir airosos de ellas sino reforzados.
¿Por qué los trabajadores deben ser resilientes?
Los empleados de tu empresa son, con toda seguridad, el activo más importante de tu compañía.
Reducir las situaciones de riesgo e inseguridad, hará que tus empleados puedan adaptarse más rápidamente a los momentos de cambio tanto internos como externos.
La capacidad de salir fortalecido de los problemas es una competencia profundamente útil para sobreponerse a las crisis laborales.
En tiempos tan cambiantes como los vividos en los últimos meses, han hecho que esta capacidad sea altamente deseada por las compañías que quieren crecer. Solo las empresas resilientes conseguirán evitar desaparecer.
¿Cómo entrenar la resiliencia de tus empleados?
La resiliencia es una capacidad imprescindible en las empresas y esta la aportan los trabajadores.
¿Cómo puedes fortalecerla?, ¿se nace con ella?, ¿se entrena?
Es una capacidad altamente valorada por las empresas. Inherente al ser humano y sí, se entrena.
Para ello existen determinadas técnicas que debes transmitir a tus empleados y así comiencen a ponerla en práctica lo antes posible.
- Analizar detenidamente el problema y «reconstruirlo» con una mirada y pensamiento más constructivo.
No se trata de no sentir frente una adversidad, se trata de lidiar sanamente con los problemas y salir reforzado de ellos.
Esto permitirá que frente a situaciones similares, tus empleados sepan como actuar, resolver y mejorar el resultado.
- Reforzar sus hard y soft skills.
También conocidas por habilidades blandas y duras. Para conseguir que tus empleados se adapten rápidamente a los cambios es esencial que potencien sus habilidades blandas, así como que dominen las últimas técnicas, modelos y sistemas tecnológicos implantados en la empresa.
- Cambiar de actitud frente a los problemas, huyendo de disposiciones derrotistas.
Transformar esas situaciones y percibirlas como desafíos será la mejor arma para poder cambiar la visión ante el problema.
- Establece metas y objetivos.
Tu empresa debe ir con un rumbo marcado, realista y claro. Transmite las metas y objetivos que se ha fijado la compañía a todos los empleados. Esto determinará los caminos que han de seguir, aportará mayor seguridad frente a la incertidumbre e incrementará el sentimiento de permanencia a la empresa.