Para que una idea de negocio llegue a materializarse en empresa debemos conocer qué recursos tenemos disponibles. Las startups, por lo general, pasan por dos etapas: primero la de incubación y posteriormente la de aceleración. Una de las principales dificultades que encuentran los emprendedores a la hora de embarcarse en su idea es, primero, el desembolso inicial y, segundo, la captación de clientes desde cero.

Por eso, en la entrada hoy queremos contarte qué opciones hay para que puedas encontrar lo que mejor se adapte a tu empresa según el momento en el que se encuentra.

En primer lugar, podemos contar con las incubadoras.  Estas apoyan a las startups desde su creación. Cuentan con mentores que ayudan y guían a los emprendedores y se encargan también de fichar al equipo y de cerrar las primeras rondas de inversión. La incubadora suele convertirse en accionista de la startup. 

Etapas de incubación:

  1. Pre-incubación: Desarrolla el plan de negocio que va a tener la startup; con ello se busca definir claramente cuál es el modelo de negocio, el público al que va destinada la empresa y el plan estratégico de acción.
  2. Incubación: A lo largo de un año vemos la evolución de la empresa gracias al plan de negocio, que hemos diseñado en la fase anterior además de dividir las distintas tareas según los departamentos: producción, marketing, logística, etc..
  3. Post-incubación: Se relaiza un seguimiento de la evolución del proyecto para poder analizar sus expectativas de crecimiento y expansión a medio y largo plazo.

Por lo tanto, las incubadoras acompañan a las startups durante un período de tiempo limitado hasta que consiguen obtener los primeros beneficios y estas despegan.

Las aceleradoras ayudan a los emprendedores cuando ya tienen un equipo bien conformado y un proyecto bien desarrollado, dándole impulso. 

Su principal objetivo es obtener beneficios reales nada más salir la empresa al mercado. Los mentores de las aceleradoras suelen ser inversores con experiencia, son el principal apoyo del que disponen las startups para poder desarrollar sus propuestas y dar vida a su modelo de negocio. De la mano de profesionales, pondrán en práctica las actividades de empresa y recibirán formación sobre las posibles mejoras que se puedan implementar.

¿Cómo elegir una aceleradora? Lo que se recomienda es apostar por aceleradoras que hayan tenido casos de éxito. No obstante, el hecho de que una aceleradora sea grande, no garantiza el éxito para tu proyecto. Por ello, te recomendamos que busques aceleradoras que estén especializadas en tu sector- El paso de la startup por la aceleradora suele acabar con un pitch frente a inversores.

Desde Alcobendas HUB, puedes acceder a nuestra aceleradora propia, Startup Alcobendas, que te facilita la evolución de proyectos empresariales innovadores. La aceleración se lleva a cabo desde una fase inicial a una fase de consolidación, desarrollando medidas que faciliten la maduración y desarrollo del modelo de negocio, para lo cual contarán con el apoyo del comité promotor del proyecto, que está formado por inversores, representantes de tejido empresarial, expertos en desarrollo de negocios y del ámbito universitario vinculados a Alcobendas, además de miembros del equipo de gobierno municipal.

Si quieres más información sobre la aceleradora, visita: https://startup.alcobendas.org/

Seguro que también habrás oído hablar de las lanzaderas. Son programas en los que se pueden dar las dos fases anteriores. El objetivo de las lanzaderas es ayudar al emprendedor con el inicio del proyecto, con un plan de formación y coaching para desarrollar el prototipo y definir las ideas innovadoras. Suelen identificar negocios escalables, que se puedan implantar y seleccionan al equipo con talento.

En este caso no se ofrece financiación, ni ningún tipo de participación económica, únicamente dan servicios de formación de tres a cuatro semanas para aprender las bases y poder desarrollar el negocio.